A propósito de lo que será el duelo de este jueves ante Uruguay, por la primera jornada de la triple fecha eliminatoria, es un buen momento para refrescar la memoria y buscar la inspiración en el pasado, en el día que Colombia asaltó el legendario estadio Centenario de Montevideo y le propinó una histórica derrota al pueblo charrúa. 

Fue el 5 de julio de 1973. 

En aquellas épocas, Colombia todavía no era un equipo tricolor, era un elenco completamente blanco. La camiseta tenía estampada en el pecho la bandera nacional que la cruzaba similar al uniforme de Perú o de River Plate. 

Era un periódo de la historia cuando Colombia buscaba interpretarse a sí misma. Ya había pasado más de una década desde las enseñanzas básicas del maestro argentino Adolfo Pedernera, pero todavía faltaban unos meses antes de que Efraín ‘Caimán’ Sánchez tomase las riendas para el subtítulo de la Copa América. 

La escuadra cafetera, que solo había ido a un Mundial desde Chile 1962, encontró entonces en la eliminatoria al Mundial Alemania 1974 la posibilidad de reencontrarse con las Copas del Mundo. 

El encargo fue entregado al adiestrador serbio Todor 'Toza' Veselinović, quien aterrizó en el país para dirigir al Independiente Santa Fe y tras ganar un torneo internacional bautizado como ‘Copa Simón Bolívar’, la Federación Colombiana de Fútbol terminó por darle a la escuadra nacional. 

Para aquella época se levantó una generación de talentos que aún hoy en día son recordadas como legendarias. 

El día que Colombia le ganó a Uruguay formó con Pedro Zape; Arturo Segovia, Óscar Ortega, Jaime Rodríguez, Gerardo Moncada; Hermenegildo Segrera, Luis Soto, Domingo González; Ernesto Díaz, Willington Ortiz y Jaime Morón. En el segundo tiempo el único cambio fue para darle paso a Adolfo ‘Rifle’ Andrade. 

Al frente los uruguayos tenían un poderoso conjunto integrado por Héctor Santos; Luis Ubiña, Gustavo De Simone, Juan Masnik, Mario Zoryez; Víctor Espárrago, Alberto Cardaccio, Francisco Bertocchi; Luis Cubilla, Fernando Morena y Ruben Romeo Corbo.

El gol colombiano llegó a los 72 minutos del partido en los pies del mejor jugador de esa década y posiblemente de la siguiente, el puntero Willintong Ortíz. 

Sin embargo, el mejor de ese día pudo ser fácilmente el arquero Pedro Antonio Zape, a quien el diario El Espectador le dedicó un encabezado al día siguiente donde lo coronaban como “El mejor del Mundo”. 

El mismo recorte trae a Ortiz enorme con una foto jugando con el uniforme de Millonarios, tal vez por la urgencia de imprimir y unas fotos que no llegaban ni por el teletipo ni por el servicio postal. Internet era una palabra que no existía. 

Ese duelo propulsó a Colombia a los 5 puntos y al final quedó igualado en el grupo con los mismos uruguayos, que en la fecha final del triangular goleó 5-0 a Ecuador y por diferencia de gol (+4 contra +1) terminó llevándose el tiquete. 

“El partido que le ganamos a Uruguay en Montevideo se planteó con delanteros rápidos y a dos toques. No clasificamos al mundial de Alemania 74 por gol de diferencia. Los que van ahora tienen que saber que el partido va a ser duro. Tienen que ser inteligentes”, advirtió el ‘Viejo Willy’, en la emisora RCN.

Hoy una victoria podría podría no solo ser histórica, sino que podría abrir de par en par las esperanzas de llegar al Mundial de Catar. Solo el fútbol lo dirá.